El diario de una doble vida

¡Sí, soy gay! Aunque muchos lo ignoren...

Y seguimos hablando del Referéndum del odio

"¡Muy buenos días!" Ugh... Odio tanto escuchar esa frase todas las mañanas, pero bueno, no vengo a hablar de eso.
¿Mi vida personal? Aw ^_^ Estoy conociendo a un chico. Mis amigos me han dicho que es una zorra y que no vale la pena. Sin embargo, hasta el momento se ha portado bien conmigo, y ciertamente nadie es perfecto. Según mi idea de que todos merecemos una oportunidad, he decidido darle una a este chico. La verdad es que, aunque no lo deseaba en un principio, estoy ilusionado. ¿Qué más da? Simplemente disfrutaré lo que tengo por ahora, no debo preocuparme por cómo acabará (eso ya todos lo sabemos) sino por sacarle provecho a los momentos lindos.
Ahora sí, a lo que vinimos. En la edicion hoy, agosto 8, del diario La Nación, en la sección Opinión se publicó un artículo del Sr. Kevin Casas acerca del referéndum del odio. Me parece una visión acertada y bien sustentada; a pesar de algunos incidentes, no se puede negar que el Sr. Casas es un excelente estadista. A continuación, les dejo el artículo y más abajo el link.

Por qué me opongo al referéndum
Kevin Casas Z. exministro de planificación 07:23 p.m. 07/08/2010

Muchas consecuencias funestas se derivarán de la discusión sobre el referéndum en torno a las uniones civiles de personas del mismo sexo, pero hay una que será rescatable: servirá para separar a quienes entienden lo que significa vivir en una democracia liberal, de quienes no lo hacen. Por democracia liberal entiendo un sistema de gobierno en que el ejercicio de la soberanía popular está limitado por un conjunto de derechos, cuya vigencia marca el límite de la acción legítima del estado.

Me sorprende que estemos debatiendo la posibilidad de someter a referéndum el contenido y la extensión de los derechos de quienes forman parejas del mismo sexo. Hubiera pensado que nuestra democracia estaba avisada de los enormes peligros que nacen de someter los derechos individuales al arbitrio de mayorías coyunturales, por democráticas que sean. A fin de cuentas el asunto no es nuevo. Lo tenía clarísimo James Madison al introducir la Carta de Derechos como parte de la Constitución de Estados Unidos en 1789. Ese acto de clarividencia alcanzó a inmunizar a su país contra ríos de sangre y montañas de cabezas como las que poco después arrojaría el terror de la Revolución Francesa, nacido y bendecido en el altar de la soberanía popular irrestricta.

Democracia directa. La democracia, en particular la directa, alberga un tremendo potencial autoritario cuando no está sujeta a límites definidos por una Constitución. En ausencia de ellos, se convierte en una patente de corso para que la mayoría triture los derechos de la minoría. Esa es una de las justificaciones de la justicia constitucional: la de ser un freno a las decisiones –aun decisiones democráticas– contrarias a los derechos fundamentales emanadas de los demás órganos del estado. Cuando Costa Rica adoptó la jurisdicción constitucional aceptó como parte de su sistema de gobierno una doctrina que limita particularmente el poder democrático en materia de derechos individuales, entre ellos el derecho a no ser discriminado sin que medie una buena razón. Ahora, en forma ominosa, estamos revirtiendo este principio cardinal de nuestro ordenamiento.

Si equivocado es el procedimiento escogido para dilucidar la discusión, mucho más lo son los argumentos ofrecidos por quienes promueven el referéndum. Ellos ya han aceptado que el proyecto en cuestión no equipara formalmente el matrimonio heterosexual y el matrimonio entre personas del mismo sexo. El problema, sostienen, es que aunque no haya una equiparación simbólica y ceremonial, la concesión de algunos derechos genera esa equivalencia en los hechos. Si el asunto es así, entonces lo que se está diciendo es que los miembros de parejas del mismo sexo no deben tener acceso a ciertos derechos en virtud de su orientación sexual. No es que las personas homosexuales paguen menos impuestos o tengan menor capacidad para ejercer sus derechos. Nada de eso: su orientación sexual, una condición natural, es la única base del tratamiento desigual. Eso no es distinto a los argumentos que ancestralmente negaron la igualdad de derechos a las mujeres, los negros, los indígenas o quienes no nacieron primogénitos. Salvo que medien otras razones, un accidente natural no puede ser una base aceptable para otorgar un acceso diferenciado a los derechos.

Algunas razones. Examinemos algunas de las razones esgrimidas. La justificación para dar un acceso exclusivo a algunos derechos a las parejas heterosexuales tiene que ver con la protección de la institución del matrimonio entre un hombre y una mujer. ¿Protección ante qué? No lo tengo claro, pero presumo que se trata de asegurar el predominio futuro de ese tipo de unión, porque se estima esencial para la reproducción de la especie. Si esto fuera así, entonces hay una clara disonancia entre ese fin y el medio escogido para alcanzarlo. Porque lo cierto es que negarle a mis vecinos homosexuales el acceso a ciertos derechos de convivencia no me hace a mí, persona heterosexual, ni más ni menos propenso a casarme con alguien del sexo opuesto. Aún más, estoy seguro de que no hace a mis amigos homosexuales o a mis amigas lesbianas ni más ni menos dispuestas a formar parejas estables con alguien de su mismo sexo. Si el amor es genuino lo van a seguir haciendo, diga lo que diga la ley. Lo único que sucedería es que haríamos más onerosa su decisión. Buscar proteger por vías legales el predominio del matrimonio heterosexual es disparatado. Esa preponderancia depende de otras cosas, no de la ley. No sé cómo hará otra gente, pero yo nunca me senté a leer la Constitución antes de escoger a mis parejas.

Sobre la esencialidad del matrimonio heterosexual para la reproducción de la especie, solo diré que es notable que esto se siga repitiendo a pesar de la montaña de evidencia en contrario. Hace ya una década el 51% de los nacimientos en Costa Rica ocurrían fuera del matrimonio. Podemos pensar lo que queramos de esto, pero una cosa es indiscutible: los bebés ticos porfiadamente continúan naciendo sin importar cuál sea el estado civil de sus padres.

El peor argumento. Supongo que este asunto de la reproducción está en la base del peor de los argumentos, el del supuesto carácter antinatural de las uniones del mismo sexo. La definición de lo que es o no natural es un terreno pantanoso. Bastará recordar que la esclavitud fue por mucho tiempo considerada natural. Quien tenga dudas, que lea a Aristóteles. En Arabia Saudita, es considerado natural que el hombre le pegue a su esposa o la viole en el matrimonio, pero es antinatural que la mujer maneje. Lo natural muta con asombrosa facilidad según nos desplacemos en el tiempo y el espacio. Pero hay algo más profundo aquí. Al decir que algo es anti-natural, le estamos atribuyendo una connotación negativa. Estamos diciendo que algo –en este caso las relaciones estables con personas del mismo sexo– no es parte de la vida buena a la que toda persona debe aspirar.

Aquí topamos con un principio liberal fundamental: nadie debe tener la potestad de definir e imponer coercitivamente lo que ha de contar como vida buena para otras personas. Yo no estoy dispuesto a atribuirme ese derecho, como tampoco a entregárselo a nadie. Decidir libremente el contenido de la vida buena es la responsabilidad fundamental de cada uno de nosotros como ser humano. Esto es especialmente cierto sobre nuestros afectos y nuestra sexualidad. Salvo en el caso límite de violencia entre la pareja, el estado no tiene nada que hacer en el dormitorio de las personas.

Cuestión de tiempo. Quienes se oponen a las uniones civiles de personas del mismo sexo están librando una batalla que inevitablemente perderán en el largo plazo, como antes la perdieron quienes se opusieron a la emancipación de los esclavos, el sufragio de las mujeres o los derechos civiles de la población negra. Más aún, como la están perdiendo hoy, en otros países, incluso de América Latina, quienes insisten en discriminar a las personas por motivo de su orientación sexual. Los proponentes de este referéndum deben saber que, a lo sumo, están peleando por tiempo. Solo lamento que en ese vano intento vayan a obligar a nuestra sociedad a transitar por un muladar de oscurantismo, mojigatería y prejuicio, por un aquelarre que no debería tener lugar en una democracia liberal digna de tal nombre.

Lectura OBLIGATORIA

Acabo de publicar una entrada, sin embargo encontré este artículo y es necesario publicarlo. Fue escrito por Alicia Pifarré Pan y publicado en elpais.cr el 10/6/2010

La perversión del referéndum como herramienta democrática

Hay propuestas que deben rechazarse de entrada; por inhumanas, por irracionales, por crueles, por aborrecibles, por disparatadas o, simplemente, por manipuladoras, antidemocráticas e injustas. El buen gusto ético de cada uno, nuestros sentimientos y capacidad de razonar, nuestro auténtico interés por distinguir entre mentira y verdad, nuestros conocimientos e intereses son elementos que nos llevan a decidir. Pero a veces decidimos así nomás, de entrada, cuando una propuesta repugna a nuestros valores y principios.

Yo rechazo, de entrada y también luego de meditarla e investigar, la propuesta de decidir en un referéndum sobre las consecuencias jurídicas de las uniones entre personas del mismo sexo.

En el año 2006, la Sala Constitucional aceptó que, ante la ausencia de regulación normativa, constituía un “imperativo de seguridad jurídica, si no de justicia” “regular los efectos personales y patrimoniales de ese tipo de uniones”. Considero que el instrumento escogido para decidir sobre este vacío legal que afecta gravemente a nuestra vida en sociedad no es jurídicamente válido. ¿Por qué?

1.- Porque la ley que se someterá a decisión de las mayorías protege y garantiza el ejercicio de DERECHOS HUMANOS ya reconocidos por Costa Rica, protección y garantía sobre los que no hay discusión posible. Esos derechos son: que “sin distinción de raza, sexo, idioma, credo, ni otra alguna” todos los seres humanos somos iguales ante la ley; que “toda persona tiene derecho al respeto de su honra y de su dignidad”; que “persona es todo ser humano”; que “toda persona tiene derecho a constituir familia” y que toda persona tiene derecho a igual protección contra “toda discriminación” y contra “toda provocación a tal discriminación”. Por si quedara alguna duda, aclaro que el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha señalado que el artículo 26 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos también prohíbe la discriminación basada en “la orientación sexual”. (Comunicación Nº 941/2000).

2.- Porque, en instrumentos internacionales vigentes, Costa Rica ha reconocido que “son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales” y que “la eliminación de toda forma de discriminación” contribuye al “fortalecimiento de la democracia”; además, el Estado costarricense ha manifestado su acuerdo en que “Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley”.

3.- Porque los instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos han sido elevados a rango constitucional (artículo 48 de la CP) y deben tomarse en cuenta en la interpretación sobre temas vinculados a esos derechos según ha indicado reiteradamente la Sala IV; por lo tanto, si en el referéndum se resuelve en contra de los derechos de las minorías sexualmente diversas tal resolución sería inconstitucional. ¿Cuál es el sentido de llamar al pueblo a optar por una decisión violatoria de nuestra Constitución Política?

4.- Porque la Sala Constitucional ha dicho que “Todo el derecho de los Derechos Humanos está fundado sobre la idea de que éstos últimos, como inherentes a la dignidad intrínseca de la persona humana, para decirlo en términos de la Declaración Universal, son atributos del ser humano, de todo ser humano en cuanto tal, anteriores y superiores a toda autoridad, la cual, en consecuencia, no los crea, sino que los descubre, no los otorga sino que simplemente los reconoce, porque tiene que reconocerlos.” (Sentencia 1994-02665) ¿Está claro? Los Derechos Humanos NO están sujetos a discusión. La autoridad, sea el pueblo ejerciendo su poder legislativo o la Asamblea ejerciendo ese poder delegado “tiene que reconocerlos”. No hay opción. Por tal motivo, la Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho (Venice Commission) señala en su “Código de buenas prácticas en Referéndums” que los textos sometidos a la decisión popular deben ser compatibles con las normas superiores y no deben ser contrarios a las normas internacionales, los principios democráticos, los derechos humanos y el Estado de Derecho. (III Specific rules, 3.-)

5.- Porque coincido plenamente con lo dicho por el Magistrado Adrián Vargas Benavides, al redactar su voto salvado en la Res. Nº 2006-007262, que transcribo parcialmente pero cuya lectura íntegra recomiendo con especial énfasis: “La dignidad es inherente a la condición de ser humano, por su misma naturaleza, por lo cual es un valor de orden superior que NO DEPENDE DEL CONSENSO SOCIAL ni se mide por la manifestación de una persona. …La dignidad humana no puede violentarse a través de normas legales que no respeten el derecho inalienable que tiene cada persona a la diversidad, … Este principio de dignidad, base de nuestro ordenamiento jurídico, se convierte en una condición inherente a todo ser humano, por lo que en forma alguna se justifica que las parejas homosexuales sean tratadas en forma diferente, en detrimento de su libertad y dignidad, reduciéndolos a la condición de ciudadanos y ciudadanas de segunda categoría, algo intolerable en una sociedad democrática y plural como la diseñada por el constituyente.” (El destacado en mayúsculas no pertenece al original)

6.- Porque la ley sometida a referéndum regula jurídicamente una realidad que forma parte de nuestra sociedad y que no puede negarse. El Derecho regula la CONDUCTA HUMANA, si esa conducta implica la convivencia, permanente, estable y no prohibida de personas de un mismo sexo, eso mismo es lo que debe regularse atendiendo a la dignidad y a la libertad de las personas y garantizando el ejercicio legítimo de sus derechos.

7.- Porque el Derecho parte de las formas de convivencia social y las regula, ordenándolas, autorizándolas, permitiéndolas o bien prohibiéndolas, para asegurar la coexistencia armónica de seres libres. El legislador no crea normas a partir de la nada. La ausencia de reconocimiento jurídico de las realidades sociales cercena las libertades y atenta contra derechos fundamentales como la vida, la salud o la supervivencia. ¿Quién no ha sufrido la triste experiencia de tener que superar monumentales obstáculos para cuidar a una persona que no es familiar directo, internada en un hospital?

8.- Porque NO es aceptable argumentar desde la visión moral o religiosa sobre las normas jurídicas que deben regir en una República Democrática. Derecho, Moral y Religión son órdenes normativos distintos. Cuando el Derecho cede paso a cualquier "moral oficial", las normas resultantes no son jurídicas sino arbitrarias, lo que es propio de los Estados totalitarios; ejemplo claro de este tipo de normativa es aquella imperante en la Alemania nazi que sancionaba penalmente toda conducta “contraria al sano sentir del pueblo alemán.” En cuanto a las normas religiosas, implican la aceptación de un ser superior que las dicta y eso no puede ser impuesto a nadie. La imposición obligatoria de creencias es inconstitucional en nuestro país. Así de simple.

9.- Porque ofrecerle al pueblo, al soberano, la posibilidad de que legisle en contra del bien común, en contra de la armonía social, en contra de su propio ordenamiento jurídico, en contra del sistema democrático, es perverso, peligroso y atenta contra el Estado de Derecho.

10.- Porque la historia demuestra que las mayorías responden con rapidez, docilidad y obsecuencia a los líderes que fomentan la intolerancia y el atropello a los derechos de las minorías. El 29 de abril recién pasado, el Consejo de Europa adoptó la Resolución 1728 sobre discriminación basada en orientación sexual e identidad de género; en el documento insta a los Estados miembros a implementar las medidas necesarias para combatir esta forma de discriminación, señala la responsabilidad de los Parlamentos en promover cambios legislativos para erradicar la homofobia y la transfobia y para otorgar a las parejas de un mismo sexo iguales derechos y obligaciones patrimoniales que los reconocidos a parejas de distinto sexo. Señala la Resolución que existe una particular preocupación por los “discursos cargados de odio de líderes civiles, políticos y religiosos”, y, entre muchas otras recomendaciones, indica que es “deber supremo de las autoridades públicas” no solo proteger los derechos humanos de una manera efectiva, sino también ABSTENERSE de pronunciamientos que legitiman y alimentan la discriminación y el odio basado en la intolerancia. En Costa Rica, en cambio, las autoridades propician que líderes civiles y religiosos den rienda suelta a cuanta oscura pasión nace de la ignorancia, de los prejuicios y de la incomprensión. ¿Vivimos en democracia o debemos aceptar que nos estamos acercando peligrosamente al totalitarismo?

11.- Porque suficientes vacíos tiene nuestro ordenamiento jurídico -y aún mayores su efectiva aplicación- en materia de protección a los derechos humanos como para arriesgarnos a sumar otro más. El 17 de marzo del 2010, en la inauguración del 138º período ordinario de sesiones, el Doctor Felipe González, Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo: “… las dificultades que enfrenta la región siguen siendo enormes. No sólo las instituciones democráticas de varios Estados miembros se encuentran en una situación frágil y vulnerable, tal como lo demostró el golpe de Estado en Honduras, sino que continúa siendo insuficiente la protección de los derechos fundamentales, en particular cuando se trata de los de grupos vulnerables que sufren la exclusión social y la discriminación por factores étnicos, de clase, raciales, de género y de orientación sexual.” ¿Agravará Costa Rica la “insuficiente protección de los derechos fundamentales?

12.- Porque eliminar todas las formas de discriminación es tarea urgente e importante si pretendemos mejorar nuestra deteriorada convivencia social. En el 137º período de sesiones, la CIDH advirtió: “... que la desigualdad y la discriminación son graves problemas estructurales en el hemisferio, que constituyen importantes obstáculos para el respeto de los derechos humanos de todos los habitantes. La discriminación contra los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las mujeres, los pobres, los inmigrantes y diversos grupos sobre la base de su orientación sexual, entre otros, es un problema grave en todos los países de la región. La Comisión insta a los Estados a adoptar medidas urgentes a fin de avanzar en forma decidida en la prevención y el combate de todas las formas de discriminación, así como en la eliminación de la pobreza, en especial la pobreza extrema.” ¿Es aceptable una convocatoria que invita a retroceder en el combate a la discriminación?

13.- Porque ya es hora de que nuestros gobernantes cumplan con sus compromisos libremente asumidos. El 19 de abril del 2009, en la Quinta Cumbre de las Américas celebrada en Puerto España, Trinidad y Tobago, nuestro Presidente de entonces firmó una Declaración en la que se lee: “85. También reafirmamos que todas las formas de discriminación inhiben la plena participación de todas las personas en la sociedad y nos comprometemos a tomar medidas continuas para combatirlas. Continuaremos realizando esfuerzos para concluir las negociaciones sobre el Proyecto de Convención Interamericana contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación e Intolerancia.” ¿Desconocerá Costa Rica ese compromiso; tan poco vale la palabra empeñada internacionalmente?

14.- Porque en la Asamblea Legislativa hay dos proyectos de ley sobre los derechos y obligaciones que corresponden a las parejas del mismo sexo. Regulan el régimen patrimonial y hereditario de los convivientes, los beneficios de la seguridad social, el derecho a la visita en caso de hospitalización o privación de libertad de una de las partes, el derecho a alimentos mutuos, entre otros. Nada que perjudique o atente contra el Derecho de Familia vigente. ¿No sería fantástico si los diputados se pusieran a trabajar por el bien común de una vez por todas?

No se han acabado mis argumentos, pero como es probable que la paciencia de los lectores esté llegando a su fin, dejaré los restantes para otra ocasión.

Termino citando nuevamente al Magistrado Vargas Benavides; sus palabras llaman a una reflexión seria y obligada, imprescindible para afianzar los cimientos de nuestra República Democrática tan socavados en estos últimos años por la arbitrariedad, la ilegalidad, la intolerancia y la falta de ética. Debemos asumir el fortalecimiento de nuestro sistema democrático como tarea impostergable. El referéndum que desacertadamente se pretende adjuntar a las elecciones municipales solo servirá para alimentar odios y divisiones, prejuicios e incomprensión. Un socavón más que quizás nos lleve al derrumbe.



“La historia de la humanidad ha estado plagada de injusticias infligidas por mayorías a grupos disidentes o simplemente diversos. ...es hora de una apertura que permita la inserción completa e igualitaria de la minoría homosexual en la sociedad, con todos sus derechos y todas sus obligaciones. El sentir de algunas personas no puede seguir siendo excusa para que el Estado continúe tolerando la marginación y exclusión de las minorías homosexuales de los institutos jurídicos reconocidos al resto de las personas, entre ellos el matrimonio. … estimo que el rompimiento de barreras legales es el primer paso para lograr una evolución verdadera en la mentalidad del sector de la población que desconoce los derechos de la minoría homosexual y de cualesquiera otras minorías afectadas por estigmas discriminatorios y mermados en sus derechos fundamentales. De lo contrario, no se hace más que reforzar los sentimientos de irracional intolerancia e impedir una integración real e igualitaria de este sector de hombres y mujeres, así como obstaculizar la impostergable puesta en práctica de estrategias de educación y concienciación en torno a la diversidad sexual y a la igualdad como norte ineludible de nuestro sistema político.”

Abogada (*)

¬¬' not funny, not funny at all!

Buenas, buenas, buenas... Tanto tiempo! Es viernes por la noche, tengo mucho que estudiar pero mi cabeza está llena de tantos pensamientos que decidí liberar algunos en la web. ¡Manos a la obra!
"Ud ya no es el chiquito tierno que conocí"
Sip, lo acepto. El chiquito que Justin (mi ex) conoció ya no lo muestro. Sigo siendo el mismo niño iluso de siempre, pero a veces es mejor mostrarse indiferente. Desde que entré a trabajar he salido más. Con las salidas vinieron las infidelidades, con las infidelidades me di cuenta de que estaba enamorado de mi novio. Suena raro, pero cuando tomaba y terminaba apretando con un mae me daba cuenta de que no sentía nada, solamente una goma moral terrible que con el tiempo mis compañeras del trabajo supieron suprimir.
"¿Y qué va a hacer?"
Odio esa pregunta... Terminó la beca que tuve durante el último año, ahora tengo que matricular alguna actividad extracurricular para mantenerla; ¡pero ninguna calza con mi horario! Ya es semana 6, no tengo tiempo para hacer nada. Tendré que pagar mi matricula y colegiatura este cuatri. Ahora no es tan lindo estudiar en una de las U's más caras del país. Adiós salidas, adiós ropa cara, adiós teléfono 3G, adiós vida social, hola deudas...
"*EC"
Emotional Crisis. Mis padres me enseñaron siempre a cargar con la responsabilidad de mis decisiones. Eso es bueno y se los agradezco. Pero a veces quisiera haber sido un adolescente normal, de esos rebeldes, que se van de fiesta, que se escapan del cole, que viven su adolescencia. Ahora, a mis 20, los berrinches, zapateos y esas cosas no me van, sin embargo siendo siendo un niño mimado. No puedo ser un joven normal y vivir despreocupado, me tocó ser responsable.
Quizás por eso cada 15 días necesito liberarme y ser estupido. Apretarme a 4 maes distintos en una noche y no preguntarles ni el nombre, amanecer con un desconocido, tomar hasta caer, y el lunes siguiente presentarme temprano al trabajo, con un nudo de corbata impecable e indicarle a mis jefes cómo deben tramitar las vacaciones. Luego ir a la u, participar activamente en clase, saludar de beso a la rectora y hablar sobre temas académicos con varios profesores y decanos.
Todo esto para al final de día llegar a mi casa, cenar, encender mi laptop y recostarme en mi cama. Entonces pienso el desorden que hay en mi vida. Simplemente no soy el chiquito lindo y tierno que solía ser; soy un carajillo inocente y tonto que anda jugando de muy zorra. Soy un estudiante destacado que detesta su carrera y que ahora deberá sacrificarse para pagarla.
Ya esto va largo, y no tengo fotos adecuadas así que lo dejaré aquí. Al menos la presión disminuyó un poco. Gracias web 2.0...

¡Bienvenid@!

Soy Daniboy, por medio de este blog muestro un poquito sobre la dualidad de mi vida.Se acepta cualquier tipo de comentario, eso sí, están sujetos a censura en caso de que se considere necesario.Si ud tiene derechos legales sobre algún contenido publicado en este blog, por favor hágamelo saber para retirar dicho material.
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Gente con excelente gusto